viernes, 14 de agosto de 2009

Fases del Sueño


Fase I: es la fase de sueño ligero, aquella en la que aún percibimos la mayoría de estímulos que suceden a nuestro alrededor (auditivos y tactiles). El sueño en fase I es poco o nada reparador, y coincide con aquellas situaciones en que si habiéndonos quedado dormidos en el sofá alguien nos dijera: Oye, ya está bien, no te duermas, nosotros contestaríamos: si no estaba durmiendo... En la fase I de sueño la actividad cerebral combina el patrón alfa con el theta de baja amplitud. El tono muscular está disminuido en relación a la vigilia y aparecen movimientos oculares lentos


Fase II: en esta fase se produce un bloqueo de los 'inputs' sensoriales a nivel de tálamo, es decir, nuestro sistema nervioso bloquea las vías de acceso de la información sensorial. Este bloqueo comporta una desconexión del entorno, lo que facilita la conducta de dormir. El sueño de fase II es parcialmente reparador, lo que sugiere que no es suficiente para descansar completamente. En la fase II de sueño, la actividad cerebral es predominantemente theta, aunque aparecen algunas salvas de ondas delta. Son característicos de esta fase los husos de sueño (salvas de 0.5 a 2 segundos de actividad beta de 12 a 14 ciclos por segundo; en inglés, spindles) y los complejos K (ondas bifásicas de gran amplitud). El tono muscular es menor que en fase I, y desaparecen los movimientos oculares

Fase III: el bloqueo sensorial se intensifica en relación a la fase II, lo que indica una mayor profundidad de sueño. Si nos despertamos en esta fase, nos encontramoa confusos y desorientados (en fase IV sucede lo mismo pero aún con mayor intensidad). El sueño de fase III es esencial para que la persona descanse subjetiva y objetivamente. En esta fase, la actividad cerebral es preferentemente delta, aunque con presencia de actividad theta. El tono muscular es aún más reducido que en fase II, y tampoco hay movimientos oculares


Fase IV: es la fase de mayor profundidad del sueño, en la que la actividad cerebral es más lenta (predominio de actividad delta). Al igual que la fase III, es un período esencial para la restauración física y sobretodo psíquica del organismo (déficits de fase III y IV provocan somnolencia diurna). En esta fase, el tono muscular está muy reducido. Aunque no es la fase típica de los sueños, en algunas ocasiones pueden aparecer. Los sueños de fase IV son en forma de imágenes, luces, figuras, y nunca en forma de historia. Por último, comentar que la fase IV es la fase en la que se manifiestan alteraciones tan conocidas como el sonambulismo o los terrores nocturnos






Movimiento ocular rápido o MOR (REM en inglés, Rapid Eye Movement) es la fase del sueño durante la que suceden los ensueños más intensos. Durante esta fase, los ojos se mueven rápidamente y la actividad de las neuronas del cerebro se asemeja a la de cuando se está despierto, por lo que también se le llama sueño paradójico (sommeil paradoxal en francés).

Hipnograma
Es el sueño más ligero; los individuos despertados durante el sueño MOR se sienten alerta y descansados. Durante el sueño MOR son comunes las
erecciones del pene o del clítoris, al margen del contenido del ensueño, la frecuencia cardíaca y la respiratoria son irregulares, y de nuevo similares a las del resto del día, y la temperatura corporal no está bien regulada y se aproxima a la temperatura ambiente.
El sueño MOR es fisiológicamente tan diferente de las otras fases del sueño que a éstas se las conoce colectivamente como sueño noMOR (o sueño de ondas lentas por sus lecturas en el
electroencefalograma).

Registro polisomnográfico del sueño MOR. Los movimientos rápidos oculares se reflejan por la linea roja.
Durante una noche de sueño, una persona normalmente tiene cuatro o cinco períodos de sueño MOR, muy cortos al principio de la noche y más largos al final. Es habitual despertarse durante muy poco tiempo al final de una fase MOR (unos segundos). El tiempo total de sueño MOR por noche es de entre 90 y 120 minutos en los adultos, alrededor de 8 horas en los recién nacidos y hasta 15 horas en los fetos.
Fisiológicamente, ciertas neuronas del
tronco cerebral, conocidas como células del sueño MOR, están particularmente activas durante esta fase y son probablemente responsables de su creación. Durante el sueño MOR se inhibe por completo la liberación de ciertos neurotransmisores monoamínicos (norepinefrina, serotonina e histamina). Por esta razón, las neuronas motoras no resultan estimuladas por la actividad cerebral y los músculos del cuerpo no se mueven.
El sueño MOR también ocurre en otros
mamíferos. Parece que la cantidad de sueño MOR por noche de cada especie está muy correlacionado con el estado de desarrollo de los recién nacidos. El ornitorrinco, cuyos recién nacidos son completamente dependientes y no están desarrollados, tienen 8 horas de sueño MOR por noche. En los delfines, cuyos recién nacidos son completamente funcionales, no hay prácticamente sueño MOR.
No se comprende aún la función del sueño MOR, aunque se han propuesto varias teorías. Una consiste en que la
memoria se consolida durante el sueño MOR. Sin embargo, las evidencias apuntan lo contrario; en personas que no tienen sueño MOR, a causa de daños cerebrales o consumo de drogas, las funciones de la memoria no se ven afectadas.
Otra teoría es que la inhibición de las monoaminas es necesaria para que los receptores de monoaminas del cerebro puedan recuperar completamente la sensibilidad. Ciertamente, si se interrumpe repetidamente el sueño MOR el individuo responde con un sueño MOR más largo en la siguiente oportunidad. Interrumpir el sueño MOR puede mejorar determinados tipos de
depresión. La depresión parece estar relacionada con un desequilibrio de ciertos neurotransmisores, como la serotonina.
Según una tercera teoría, el sueño MOR de los recién nacidos ofrece la estimulación neural necesaria para que maduren las conexiones neurales; de ahí, que los animales que nacen maduros no lo necesitan mucho. Apoya esta teoría el hecho de que la cantidad de sueño MOR decrece con la edad.








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